Desde su primera aparición en el mercado de las criptodivisas, la filosofía principal de las criptomonedas ha sido la descentralización siendo uno de sus pilares fundamentales. No obstante, la mayoría de las negociaciones se hacen a través de medios centralizados, como es el caso de las exchanges.

En la mayoría de las exchanges existe una tercera persona de “confianza” que media entre las negociaciones que realizan los clientes o traders a través de la plataforma. En este sentido, los defensores de este tipo de negociación alegan que mediante la centralización se aporta liquidez, dinamismo y expansión al mercado online de criptomonedas.

El carácter descentralizado de las negociaciones desaparece al existir un tercero que media entre éstas. Son las empresas o entes mediadores quienes fijan las tasas de cambio. También son los que rigen en el mercado de criptomonedas, así como la tasa de comisión que se debe pagar por las transacciones que se realizan a través de la plataforma.

Generalmente, estas plataformas cumplen con las normas de “Conoce a tu Cliente” y “Anti lavado de Dinero” conocidas como normas KYC y AML. Esto implica que los usuarios deben identificarse (pasaporte, tarjeta ID o carnet de conducir) antes de poder usar los servicios que  ofrece a plataforma. Por lo tanto, las operaciones realizadas en la plataforma no son privadas y anónimas.